
Nuestro Espacio se constituyó con vistas a construir una alternativa de gestión responsable de cara a las elecciones de fin de año. Esto es, alentar la elaboración colectiva de una propuesta que, apoyada en lo mucho de positivo realizado por gestiones anteriores, defina el perfil de una Institución dinámica, atenta a los cambios epocales en las formas de presentación del malestar y abierta a las nuevas respuestas que el psicoanálisis va formulando para abordarlas. Abierta también -como lo ha estado APA a lo largo de su historia- a los cambios necesarios para impulsar sus objetivos fundacionales: la difusión del psicoanálisis y la formación de nuevos analistas.
Nos propusimos profundizar el carácter pluralista e inclusivo de la Institución, ganar en transparencia y potenciar la apertura promovida en las últimas gestiones. Queremos subrayar que para nosotros estas nociones están lejos de constituir palabras vacías. Muy al contrario, son las ideas-fuerza que proveen el marco conceptual para la rica tarea de reflexión y elaboración que vienen desarrollando nuestros equipos.
no Porque para nosotros no se trata de una palabra vacía, nuestra propuesta abreva en la condición plural del psicoanálisis contemporáneo. El reconocimiento del abanico heterogéneo de filiaciones teóricas y orientaciones prácticas que lo integran es para nosotros un punto de partida insoslayable para elaborar una política institucional. Asumir esta polifonía, es dejar de lamentar una supuesta dispersión y abandonar la añoranza melancólica de una pureza originaria. Son resistencias a superar, para poner a trabajar creativamente nuestras diferencias, apuntando a estimular resonancias que contribuyan a perfeccionar la escucha y la práctica de cada uno de nosotros.
Es por eso que en el diseño de la actividad científica queremos dar lugar a la diversidad de settings en los que se despliega nuestra práctica clínica, que desborda el marco canónico del llamado “encuadre tradicional”. Aspiramos a que estas diferentes prácticas del psicoanálisis sean puestas en cuestión: que puedan dar cuenta de sus fundamentos, de sus éxitos y de sus dificultades, y que puedan también ser interpeladas desde otras perspectivas. A modo de ejemplo: la riqueza clínica y los desafíos teóricos a los que abre la práctica con parejas y familias, deberían contar periódicamente con ámbitos institucionales de procesamiento más amplios que el propio departamento.
Son muchos los colegas en formación, pero también los miembros, que desarrollan parte de su práctica en pre-pagos, hospitales o centros asistenciales. Sabemos que son contextos poco propicios para los así llamados “encuadres clásicos”. ¿Acaso eso hace a-priori imposible, en todos los casos, sostener una escucha analítica desde la cual promover efectos también analíticos? ¿La especificidad psicoanalítica de una talking cure depende en forma excluyente de la fidelidad a un único “estuche”? Es un debate que nos debemos: queremos encausarlo, también, en la futura actividad científica. Es una forma de transparentar y alojar nuestra diversidad. Pero también de asumir la responsabilidad de la Institución por brindar a sus miembros las herramientas teórico-clínicas que contribuyan al sostén de su tarea analítica. La comisión de formación permanente, reformulada en sus incumbencias, tendrá mucho para aportar a esta tarea. Al igual que el Instituto, alentando el dictado de seminarios que aborden los desafíos que plantean estas prácticas.
Pensamos incluir en la actividad científica un espacio de “hallazgos clínicos” -escogidos de la bibliografía- para promover el intercambio en torno a los fundamentos metapsicológicos de la eficacia de intervenciones a-típicas, no convencionales. También un espacio abocado a “tropiezos de la clínica” para alentar la reflexión sobre impasses y fracasos, y contribuir a despojar nuestros testimonios clínicos de un halo “facilista”, desentendido de las complejidades de nuestro quehacer.
Porque para nosotros no se trata de una palabra vacía, en el espacio somos muchos quienes pensamos que el pluralismo que invocamos debería extenderse también al ámbito del Instituto. Esto supone consensuar un marco reglamentario inclusivo que permita alojar -sin forzamientos- las diferentes convicciones clínicas de todos los miembros comprometidos en la formación de nuevos analistas. Es por eso que nos proponemos retomar la rica discusión sobre formación abierta hace ya tres años por la actual gestión, abordando en el marco más amplio de la actividad científica los fundamentos metapsicológicos del debate en curso. Se trata, también aquí, de profundizar las marcas de pluralismo y de transparencia que, junto a la libre elección curricular y la libertad de cátedra constituyen ventajas comparativas para quienes eligen APA para su formación. Son esas ventajas comparativas las que siguen marcando diferencias entre nuestros ritmos de crecimiento y los de las otras Instituciones-IPA de nuestro medio.
Vamos a revitalizar la función de nuestro Centro de Estudios, articulado más estrechamente a los cursos virtuales y a la Comisión de Interior. En conjunto delimitan un polo de actividades volcadas a la difusión y enseñanza del psicoanálisis hacia el afuera, que recorta una periferia institucional con la que aspiramos a construir un nexo más sólido e inclusivo. Es por eso que pensamos un Centro de Estudios activo en la generación de propuestas que respondan por las inquietudes particulares de al menos cuatro franjas que, hoy por hoy, participan de esta periferia.
Las dos primeras, constituidas por el importante número de pasantes -de hospitales y universitarios- que circulan en la Institución. La tercera, por los psiquiatras en formación: una franja en la que verificamos que un trabajo sostenido permite el desarrollo de transferencias genuinas con la Institución. Por último, la nutrida franja convocada en los últimos años por el trabajo de la comisión de Psicoanálisis y Educación (adhoc de secretaría científica). Se trata de un número grande de directores, docentes, psicólogos institucionales, psicopedagogos, licenciados en ciencias de la educación y estudiantes de grado de estas carreras, que en el marco del Pre-Symposium y de los Pre-Congresos de FEPAL y Argentino, transitaron por APA y dialogaran con nuestros miembros.
Tenemos el desafío de estudiar qué ofertas generar desde el Centro de Estudios para estabilizar progresivamente el lazo, en germen y todavía laxo, con esta periferia. Es un camino que a mediano plazo debería desembocar en una modalidad de pertenencia intermedia, diferente a la membresía. Concretar esta pertenencia intermedia debe ser el punto de llegada de un proceso, que tiene que encontrar también sus propios moldes orgánicos.
Como podemos ver, se trata de desafíos para afianzar el crecimiento… de una Institución ya en crecimiento. Es por eso que no compartimos la perspectiva apocalíptica de quienes agitan el fantasma de una APA “en crisis”. Ni el mejor de los mundos posibles (como ironizaba Voltaire), pero tampoco el peor. Al igual que en una cura, y como fruto del trabajo de sus miembros, APA viene entregando señales que, bien escuchadas, pueden potenciar su crecimiento; ignoradas, en cambio, pueden malograrlo.
Vamos a reformular las actividades de la Comisión de Interior, para potenciar la presencia de APA en distintas regiones del país. Eso supone hacer más fluido el vínculo con las filiales, optimizando el empleo de nuevas tecnologías. Pero también estar más atentos a participar de y a promover iniciativas que contribuyan a la difusión del psicoanálisis, en el ámbito amplio de la cultura, la educación y la salud. Es una orientación que requiere de una política amplia y de colaboración con las filiales -donde éstas ya existen- con sociedades regionales de IPA y no IPA, pero también con instituciones culturales permeables al “múltiple interés del psicoanálisis”. Y es claro que esto supone una Comisión de Interior bifronte, estilo Jano: volcada por supuesto hacia el afuera, pero a la vez conocedora de la rica diversidad de nuestra actividad institucional, para multiplicar la oferta de contenidos en los lugares a los que queremos llegar.
Nos proponemos también recuperar para APA un lugar de interlocutor presente y activo en los grandes debates y eventos de nuestra cultura. Es una perspectiva de la que queremos que participe la Revista, a través de una sección especial. Es la orientación que queremos imprimir a las actividades de comisiones y departamentos que trabajan en esta rica interfase (C.de Cultura, Dto de Psicanálisis. y Sociedad). Deseamos que aliente, también, el rediseño de formatos y contenidos de nuestra Revista on-line (La Época), a la que concebimos más articulada con la página web en una tarea inteligente y ágil de difusión, que permita generar nuevas transferencias al psicoanálisis y la Institución.
Vamos a fortalecer nuestros vínculos con FEPAL y con IPA. Somos muchos los miembros del espacio que participamos de sus distintas áreas de trabajo. Valoramos una pertenencia que nos brinda la oportunidad de recrear espacios de interlocución plurales, con analistas con trayectorias de formación y filiaciones transferenciales muy diferentes a las nuestras. Como ocurrió con el Congreso de FEPAL del 2014, el próximo Congreso de IPA en Bs. As. será una oportunidad de compartir inquietudes y debates en los que muchos de nosotros venimos participando activamente.
Tenemos la satisfacción de contar en el Espacio a nuestro actual Tesorero, el Dr.Osvaldo Bodni, que puede ser reelecto por otros dos años e integra nuestra lista para C.D. Esto nos permite una continuidad en el tratamiento de temáticas relativas al estado financiero de la Institución, a la situación del personal administrativo y a problemas de mantenimiento y seguridad del edificio. Somos sensibles a las dificultades para afrontar la cuota societaria en el contexto difícil que vive el país. Vamos a racionalizar el uso del edificio y las tareas del personal. Son problemas complejos, con los que los analistas no estamos familiarizados, y que requieren de un manejo responsable, en tanto hacen a la dinámica cotidiana de la Institución. Vamos a formar una comisión que acompañe la tarea del Tesorero, reflotando la función del Intendente del edificio, que se perdió en las últimas gestiones.
Experimentamos la misma satisfacción con la disposición del Dr.Jorge Shwartzman, responsable de nuestra Página Web, para continuar al frente de un área que se va transformando cada vez más en un espacio de exhibición y difusión de nuestras actividades. Y también en el receptor natural de demandas e inquietudes que la población dirige a APA. Es bueno tener en cuenta que en los últimos cuatro años las visitas mensuales a la Página pasaron de 5.000 a 40.0000: se multiplicaron por 10. Y que la mayor parte de las consultas que llegan al Racker, lo hacen por este medio. Debemos al trabajo de la Comisión los proyectos de utilizar las nuevas tecnologías para la difusión más amplia de nuestras actividades hacia el exterior: incluyen no solo videoconferencias, sino la posibilidad cierta de contar con una radio y un canal on-line. Son proyectos realizables, que requieren de continuidad en su desarrollo y del impulso que supone asumirlos como política institucional.
Vamos a profundizar el trabajo con distintas Universidades, iniciado en gestiones anteriores. Los convenios con la USAL por maestrías y doctorados son un modelo de articulación entre Institución analítica y Universidad que nos otorga un perfil propio frente al de otras sociedades: nos permite desplegar una presencia universitaria, sin comprometer la especificidad de la formación analítica que ofrecemos. Necesitamos un trabajo más estrecho con el Instituto para promover mecanismos de acreditación que faciliten a los miembros y candidatos interesados el acceso a la carrera académica, y a maestrandos y doctorandos el acceso a la formación analítica en la Institución.
Estos son, en fin, algunos de los ejes de la Propuesta de gestión que estamos elaborando, al modo de un work in progress colectivo: en tanto tal, sigue abierta a observaciones y sugerencias de quienes deseen participar en esta apasionante tarea de imaginar y proyectar el futuro de nuestra Institución.